Las energías renovables son fuentes naturales inagotables, como el viento o el sol. Por tanto, son mucho más respetuosas con el medio ambiente. Al contrario que los combustibles fósiles, no son contaminantes y representan la alternativa más limpia.

LAS ENERGÍAS RENOVABLES, LA ALTERNATIVA A LAS ENERGÍAS FÓSILES

Ante el escenario de crisis al que se enfrenta Europa, se buscan formulas de ahorro y solidaridad entre países de la unión y crece con fuerza la apuesta por las renovables.

Las drásticas reducciones de precios y el avance tecnológico de los molinos de viento y la energía solar fotovoltaica han demostrado que estos recursos de energía renovable pueden desempeñar un papel importante en los sistemas mundiales de electricidad. Además, los grandes avances a nivel tecnológico están consiguiendo que su almacenamiento sea mucho más eficaz.

Actualmente, los combustibles fósiles representan más de tres cuartas partes del consumo mundial de energía primaria, en el transporte, la industria y la vivienda. También representan una gran mayoría (más de dos tercios) de la producción de electricidad, a pesar del continuo aumento de la cuota de las energías renovables.

El carbón sigue siendo la principal fuente de producción de electricidad, gracias a su abundancia y bajo coste. Sin embargo, como emite muchos gases de efecto invernadero, su desarrollo corre el riesgo de verse frenado.

Si la proporción actual de combustibles fósiles se mantiene y la demanda energética casi se duplica para 2050, las emisiones superarán enormemente la cantidad de carbono que se puede emitir si se ha de limitar el aumento medio de temperatura a nivel mundial a 2 ºC por lo que el nivel de emisiones tendría consecuencias climáticas desastrosas para el planeta. Por ello, entre las posibilidades con las que cuenta el sector energético para reducir las emisiones está la disminución de la cantidad de energía consumida.

Con todo esto, vemos que el reto del silgo XXI está claro: luchar contra el calentamiento global.  Esta lucha implica muchos cambios en la forma de pensar, producir y consumir nuestra energía, pero hoy en día, ya somos conscientes de la urgencia y el cambio debe producirse para garantizar un futuro más verde y habitable para las generaciones futuras. ¿El objetivo? El objetivo es aumentar la cuota de renovables hasta el 25% en 2022 y al menos el 32% en 2030.