La certificación o sello passivhaus es una certificación de origen alemán que mide y clasifica el nivel de pasividad de una casa o edificio. Aquellos edificios que cuenten con esta certificación cumplirán unas exigencias determinadas a nivel de consumo de climatización y energía.

LAS ENERGÍAS RENOVABLES EN LOS EDIFICIOS PASSIVHAUS

La implantación de las energías renovables en edificios Passivhaus es un aspecto básico para mejorar su eficiencia energética. Para conseguir este certificado, debemos cumplir ciertos criterios basados en estrategias y sistemas de construcción de la arquitectura pasiva. De esta forma conseguimos reducir la necesidad consumo de calefacción o aires acondicionados para climatizar el interior de la vivienda y obtener un mayor confort.

El diseño de estos edificios se basa en cuatro aspectos:

  1. Compacidad: (relación entre la superficie de fachada y el volumen). Cuando un edificio dispone de poca superficie de fachada va a ser más compacto y por lo tanto más fácil de controlar climatológicamente hablando.
  2. Orientación: una buena orientación permite aprovechar la energía solar y proteger la vivienda de otros factores atmosféricos como por ejemplo el viento.
  3. Protección y reflectividad: estos dos factores son sobre todo útiles en verano, cuando es mas necesario evitar la incidencia de la radiación solar mediante reflectantes o elementos que generen sombras, como por ejemplo porches.

Podemos encontrar tres valores de certificación:

  • Passivhaus Classic: Demanda de energía primaria renovable ≤ 60 kWh/m² a.
  • Passivhaus Plus: Demanda de energía primaria renovable≤ 45 kWh/m²a, Generación de energía primaria renovable ≥ 60 kWh/m² (de terreno) a.
  • Passivhaus Premium: Demanda de energía primaria renovable ≤ 30 kWh/m²a, Generación de energía primaria renovable ≥ 120 kWh/m² (de terreno) a.

Finalmente, para que un edifico consiga el sello Passivhaus, deberá cumplir los siguientes requisitos:

  1. Disponer de un excelente aislamiento térmico.
  2. Utilizar siempre ventanas y puertas de altas prestaciones.
  3. Evitar los puentes térmicos.
  4. Utilizar ventilación mecánica con recuperación de calor.
  5. Asegurar la estanqueidad del aire interior.

Como vemos, la arquitectura tampoco se queda atrás y da un paso para ser más sostenible, eficiente y ecológica.