La contaminación lumínica es aquella contaminación producida por las emisiones de luz que provienen de fuentes artificiales con altas intensidades. Aunque es uno de los problemas medioambientales que pasan más desapercibidos, puede acarrear consecuencias negativas sobre la salud.

CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA

La contaminación lumínica es ese resplandor o brillo que se produce en el cielo nocturno por la luz artificial y que todos hemos visto alguna vez.

La causa principal de este tipo de contaminación es el mal funcionamiento del alumbrado artificial. ¿Por qué? Porque la mayoría de las farolas emiten la luz hacia arriba, cuando realmente donde hace falta esa luz en el suelo, lo que supone una mayor administración de potencia produciéndose el derroche energético.

Hay que tener en cuenta que el mal alumbrado no es lo único que causa la contaminación lumínica. Otros de los factores que influyen son:

  1. Los proyectores o cañones láser que provocan la sobre iluminación de las ciudades.
  2. La iluminación excesiva con fines publicitarios.
  3. La ausencia de un horario de apagado y encendido eficiente.

Los efectos originados por la contaminación lumínica no se propagan únicamente por las ciudades, sino que sus consecuencias se propagan por toda la atmósfera. Estas consecuencias afectan a todos los seres humanos que habitan en el planeta:

  • Tiene efectos negativos sobre la biodiversidad de la Tierra.
  • En los seres humanos puede ocasionar una alteración del reloj biológico, puesto que el sueño se ve afectado por la falta de oscuridad.
  • El gran desperdicio energético que provoca una mayor cantidad de residuos y que contribuyen a la aceleración del cambio climático.

Ahora… ¿Cómo podemos recudir la contaminación lumínica en nuestro entorno?

  • Utilizando lámparas energéticamente eficientes y de espectro poco contaminante.
  • Atenuando o reduciendo de manera progresiva la cantidad de luz del alumbrado público.
  • Empleando la mínima intensidad de iluminación necesaria.

Nuestro objetivo es conseguir que el cielo vuelva a estar más oscuro y conseguir una buena iluminación, que se puede definir como aquella que se produce de manera eficiente.