La energía eólica es una forma de energía renovable que se obtiene a partir del viento. Se aprovecha la energía cinética del viento mediante el uso de aerogeneradores, que son grandes turbinas ubicadas en lugares con corrientes de viento constantes y favorables.
LA EÓLICA EXPERIMENTA UN CRECIMIENTO SIGNIFICATIVO
A pesar de los desafíos a los que se enfrenta, la energía eólica ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas, considerándose una fuente prometedora de energía renovable.
En Europa, esta fuente de energía renovable ha tenido un impacto significativo en términos de generación de energía, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y creando empleo.
En países como Francia, se han instalado una gran cantidad de aerogeneradores en diferentes regiones del país. Según datos de 2021, la capacidad instalada de energía eólica terrestre en Francia supera los 17 gigavatios (GW). Algunas de las regiones con mayor desarrollo de energía eólica terrestre incluyen Hauts-de-France, Bretaña, Países del Loira y Nueva Aquitania.
La energía eólica no solo reduce las emisiones de gases de efecto invernadero e impulsa la economía y el empleo, sino que permite el desarrollo de regiones rurales y costeras de Europa. Esto se debe a que muchos parques eólicos se han establecido en áreas que pueden aprovechar el recurso del viento de manera efectiva, lo que ha impulsado la actividad económica y mejorado la infraestructura local.
¿Qué se espera de la energía eólica en Europa en un futuro?
- Un aumento de la capacidad instalada.
- Mejoras tecnológicas, permitiendo la creación de aerogeneradores más eficientes.
- Mayor desarrollo de parques eólicos marinos alejados de las costas para aprovechar más el potencial eólico.
- Que la digitalización y la automatización desempeñen cada vez un papel más importante.
En resumen, la energía eólica será un pilar clave en la transición energética de Europa y jugará un papel fundamental en la generación de electricidad limpia y sostenible.