La contribución de las energías renovables a la lucha contra el cambio climático y al desarrollo sostenible son de sobra reconocidas por la población. Una faceta que a veces no recibe el reconocimiento que merece es la de los beneficios sociales y económicos que genera en la sociedad.

 

EL LADO SOCIAL DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES: UNA FUENTE DE DESARROLLO Y RIQUEZA

Hoy más que nunca, el ahorro de energía es una necesidad económica y ecológica. De acuerdo con el Anuario estadístico mundial de energía de 2020, el 31% de la energía aquel año provino del petróleo, el 26% del carbón y el 23% del gas. ¿Qué tienen en común estos combustibles? Todos ellos son limitados y por ello, hoy su precio es el más elevado de la historia.

De ahí que las energías renovables estén ganando fuerza y convirtiéndose en el reemplazo natural de estos combustibles fósiles que además son, en gran medida, la causa de que los niveles de contaminación se encuentren fuera de control. Sin ir más lejos, la industria energética, junto con el transporte, son los responsables del 70% de la emisión de gases de efecto invernadero en la Unión Europea.

Pero existen numerosos estudios que apuntan a que los modelos de sostenibilidad ambiental de las energías renovables lo son también a nivel económico y social. Un sistema energético basado en las renovables podría generar resultados muy positivos en varios aspectos

La Unión Europea se ha propuesto como objetivo alcanzar un 32-40% de renovables para 2030. En ese sentido, si la expansión de las renovables se acelera se conseguiría una reducción de los precios en el mercado mayorista de hasta un 14% en países como Alemania o hasta un 26% en países dependientes del carbón como Polonia. Además, esto conllevaría una mayor estabilidad en el suministro. Gracias a ello, se produciría un gran crecimiento económico.

Por otra parte, las energías renovables son una oportunidad para el empleo. El sector de las energías verdes creará 43 millones de puestos de trabajo para 2030 según la Agencia de las Energías Renovables y la OIT. Y para 2050 se estima que este sector de trabajo a más de 122 millones de personas. De hecho, en 2020 ya daba empleo a 12 millones de personas. Empleos, además, que requieren de perfiles técnicos y cualificados; más de un 60% requieren una formación mínima.

Al mismo tiempo, las renovables ofrecen también ventajas sociales con una importante contribución a la cohesión territorial debido principalmente a la recaudación fiscal que se produciría en pequeños municipios donde se encuentran la mayoría de las plantas renovables.

Además, un aumento de las energías renovables en la generación de electricidad produciría una bajada de la factura de la luz de entre un 8 a un 25% en 2030. Esto beneficiaria especialmente a los colectivos más vulnerables.

Por tanto, integrar las energías renovables con la eficiencia energética y la gestión inteligente de la demanda no solo conlleva un beneficio ecológico y para el cambio climático, sino que daría lugar a un sistema de generación eléctrico mucho más sostenible a largo plazo también en el plano social y económico.

Descubre más información sobre las energías renovables en nuestro blog.