El sector de las energías renovables es uno de los que mayor crecimiento tecnológico y de I+D+i han experimentado en la última década. De los primeros paneles solares a los actuales hay un abismo de diferencia en cuanto a eficiencia y rentabilidad.
EFICIENCIA, RENTABILIDAD Y COSTES EN FUNCIÓN DE LOS TIPOS DE PANELES SOLARES
Podemos distinguir diferentes tipos de paneles solares en cuanto a sus usos. No todos han sido concebidos para el mismo funcionamiento:
- Paneles solares fotovoltaicos: Convierten la energía lumínica del sol en energía eléctrica, gracias a sus células de silicio. Cuando los fotones impactan en las células de silicio se rompen los electrones y su forma de ser liberados genera una corriente eléctrica.
- Paneles térmicos: Utilizan la energía proveniente del sol para generar calor, energía térmica. Gracias a estas placas se puede calentar el agua o alimentar los sistemas de calefacción.
- Paneles híbridos: Este tipo de paneles son una mezcla de los dos anteriores. Con ellos se puede generar tanto energía eléctrica como térmica y generan calor y electricidad al mismo tiempo.
Dentro de los paneles solares fotovoltaicos, también podemos sacar ciertas características que los diferencian en varios tipos, de los cuales vamos a hablar de los dos principales:
- Paneles monocristalinos: Están formados con silicio y se componen de varias celdas que conectan entre sí, en serie y en paralelo. Los paneles monocristalinos están formados por celdas de un solo cristal.
A nivel visual, se les puede reconocer fácilmente porque son de un azul mas oscuro, casi negro, y sus láminas tienen los bordes redondeados. Son más eficientes y presentan un alto grado de rendimiento, no obstante, también tienen un coste más elevado.
El uso de estos paneles es la mejor opción cuando necesitas una mayor producción de energía, cuando la instalación va a recibir un clima adverso y cuando cuentas con un espacio limitado.
- Paneles policristalinos: A diferencia de los anteriores, estos están formados por la unión de varios cristales de silicio.
Estos paneles son de un color azul más claro que los monocristalinos y un proceso de fabricación es diferente al de los paneles monocristalinos. En él se produce desperdicio menor de los materiales y por ello sus fabricantes pueden permitirse una reducción de los costes. Son bastante más económicos, pero mucho menos eficientes.
Si la eficiencia de la instalación no es lo que más te preocupa, porque no se necesita generar mucha energía o porque se dispone de mucho espacio para la colocación de placas, estos son los paneles adecuados, debido a su bajo coste.
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